Freitag, Oktober 06, 2006

La reina y el elefante

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En

la selva, en esta selva. Selva llena de buenos y malos. Selva llena de mejores y peores cosas. En una selva... En esta selva.

Una selva llena de animales. Animales por todas partes. Animales de todo tipo. Y un elefante. Sólo un elefante.

Un elefante escondido.

Una selva donde no había rey. Una selva donde sólo había reina. Una reina..., una reina y un elefante.

Escapar quería la reina. Sólo escapar, salir de esa selva aunque no supiera lo qué iba a encontrar tras ella. Pero sólo tenía un modo de hacerlo.

Nadie, absolutamente nadie, podía abandonar ese lugar por su cuenta propia. Y la reina lo sabía. Sabía que necesitaba ayuda..., sabía que necesitaba al elefante, al elefante escondido.

Día tras día hablaban sobre su viaje la reina y el elefante. Día tras día, hora tras hora. Comenzaron a necesitarse tanto como un pájaro necesita el aire. Comenzaron a reír, a llorar, a sentir...

Comenzaron a ser felices..., a vivir en su propio cuento. Comenzaron a sentir que nada fuera de ellos existía. Empezaron a creer en sus sueños.

Nunca antes esa reina había sentido lo que el elefante le hizo sentir.

Pero..., mientras iban creyendo en sus sueños, pasaban los días y tales ensoñaciones comenzaron a ser sólo eso...

Una selva llena de..., llena de todo. Buenos, malos..., realidades y sueños. Selva llena de mejores y peores cosas. En una selva... En esta selva.

Y un elefante. Sólo un elefante. Un elefante escondido. Un elefante que se escondió de nuevo.

Una selva donde no había rey. Una selva en la que había reina. Una reina que cerró los ojos. Una reina que lloró..., sentada en su trono de cristal.

6 Kommentare:

Fernando hat gesagt…

No tengo palabras.
Sólo puedo reiterar, una vez más, la admiración ante y por mi Reina.
Siempre a tus pies, mi dama.

ReinaDeSalem hat gesagt…

Y ayer, y hoy..., y hasta mañana..., y hasta quién sabe cuando..., la reina seguirá en su trono de cristal.

Siempre en su memoria.

Mil besos, Fer.

Anonym hat gesagt…

Estoy seguro de que el elefante amó a la Reina. Estoy seguro de que su corazón se resquebrajó una vez más cuando sus caminos dejaron de ser uno solo. Estoy seguro de que siempre la llevará en su corazón, en su mente y también en su piel.
A pesar de su tamaño, el elefante fue frágil y pequeño ante ella.
Ha pasado el tiempo, y hay un trono de cristal. Pero también hay un elefante que se mantendrá junto a ese trono, cuidando de su fragilidad, fortaleciéndolo poco a poco hasta convertirlo en un trono fuerte, seguro y definitivo.
La Reina será protegida.
Dios salve a la Reina.

Tu elefantito

Fernando Díaz | elsituacionista hat gesagt…

Impresionante, para qué negarlo.

ReinaDeSalem hat gesagt…

Gracias por tus primeras palabras en mi Blog, el_situacionista.

Un beso.

ReinaDeSalem hat gesagt…

Me alegra volver a leerte, dadase, y espero que no sea la última vez ;-)

Un elefante sólo deja de hacer ruido cuando va alejándose..., hasta desaparecer..., o quizá no...

Tú me mandas recuerdos desde la soledad de tu cama, yo te mando un beso desde mi vacío espacio.

¿Sabes? Hoy me quedé largo rato mirando a la luna..., la ví distorsionada. Suerte que podamos ver la misma luna..., suerte que podamos verla de modos diferentes.