Dienstag, April 24, 2007

Tricolor

Siempre

hablábamos de ello, pero nunca hacíamos nada.


Tantas horas, tantos días..., planeando la sentencia final. Demasiado tiempo empleado para dejarlo en simples palabras.


Había llegado el momento..., ambos lo sabíamos. Y un puñado de nervios se mezclaba con una risa estúpida a la vez que dulce... Iba a suceder.


El viaje no era demasiado largo. Quizá es que eran tales las ganas que..., las horas no importaban. Ya estaba muy cerca, ya casi podíamos tocarlo.


Fuí yo quien se decidió. Primero un pie, después el otro. Y de pronto, casi sin darnos cuenta, allí estábamos, el uno frente al otro.




- Necesitamos energía.
- ¿Más aún?
- Tenemos que comer algo.
- Me parece una buena idea.
- Tienes el mapa, supongo...
- No supongas tanto...
- Mal empezamos...




La gran vía se hacía estrecha, ... y demasiado larga. Apenas había aire. Y el poco existente se entrecortaba. Ilusión..., o quizá miedo. Y aquel lugar no ayudó demasiado.



- Te estás cargando una vaca con eso que comes.
- Tú tampoco ayudas a la población verde.
- Necesitamos unas cervezas...




La suerte estaba o no de nuestro lado. No lo sabíamos, pero no nos importaba. Lo íbamos a hacer, sin más. Sin importarnos qué ocurriera después, sin importarnos nada.


O puede que sí nos importara, puede que nos importara demasiado, tanto que..., por eso lo hacíamos.


Lo hacíamos porque estábamos hartos. Porque llevábamos tiempo queriendo hacerlo. Lo hacíamos porque lo necesitábamos, porque no sólo con nuestras palabras podíamos arreglar algo. Porque..., si dejábamos pasar el tiempo..., éste acabaría comiéndonos.




- ¿Por qué me miras?
- No sé si te has dado cuenta de algo...
- Sorpréndeme.
- Te llamas Reina.
- Eso no me causa sorpresa alguna, y?
- Y vas a llevar tú la bandera.




Y es que..., la Tercera República tendrá Reina. La tercera República estará plagada de Reyes y Reinas, cada cuál será su Rey, cada una será su Reina. Y por algo había que comenzar.


Sacamos nuestra bandera tricolor y empezamos a recorrer las calles, sin más..., quemando cada iglesia a nuestro paso y gritando...




¡¡Viva la Tercera República!!



Para Quique. Para que se hagan realidad cada uno de sus sueños.
Die Macht ist mit dir... Es lebe die Republik!

Freitag, April 13, 2007

Campeón

Boxeo. Adoro el boxeo.

Nunca se me ha pasado por la mente dedicarme a ello. Pero disfruto viendo ese deporte. Por televisión, en directo... Sí, adoro esos combates.

Tengo mis favoritos, por supuesto. Pero más de una vez me he encontrado viendo un combate entre dos desconocidos para mí. Cuando ocurre algo así..., cuando no tengo ningún favorito, suelo declinarme por aquél que me parece más débil. Y entonces le animo hasta quedarme sin voz..., y se me caen las lágrimas si le veo cada vez más hundido.

En cierta ocasión, estuve a punto de recibir varios puñetazos..., ya que, ése a quien yo animaba, ése a quien le estaban machacando no era el favorito del grupo de personas que veían el combate justo delante de mí. Y..., claro, el problema llegó cuando mi "pupilo" resucitó de forma sorprendente y comenzó a aplastar al preferido de "mis vecinos". Pensé que no salía viva de ese lugar...

Y es que..., aunque se trate de un deporte, no se puede negar la connotación violenta, por supuesto. Pero..., también he pensado muchas, muchas veces, que cuatro puñetazos bien dados son preferibles a muchas otras cosas.

Dicen que las palabras se las lleva el viento. Mentira.

Las palabras pueden dañar más que unos puños recubiertos por unos guantes especiales. Y es que..., las decisiones están recubiertas de palabras. Y no todas las decisiones son buenas. Y tras tales decisiones..., consecuencias. Consecuencias que quizá se vistan después con puños..., o no.

Todos, absolutamente todos, llevamos una bestia dentro. Una bestia que asoma demasiado, o muy poco. O quizá, lo justo. Pero siempre asoma. El mundo no ha cambiado.

Sentimos rabia..., y entonces nos cuesta respirar, nos enfurecemos. No somos muchas veces capaces de imaginar lo duro que algo puede llegar a ser..., y algo se va guardando dentro, muy dentro..., y la bestia se alimenta y va creciendo.

Y un día nos levantamos y nos damos cuenta de toda la mierda que nos rodea. Y queremos partir la cara a alguien. Pero sabemos que no podemos..., y acabamos metiendo la cabeza dentro de una bañera llena de agua donde nadie podrá oírnos cuando gritemos.

Golpeamos sin querer, y para ello no hace falta usar los puños. Ésa, quizá, es la forma más sutil, la más leve, la que menos duele.

Pero las palabras golpean muy fuerte..., y causan más daño. La vida está llena de palabras, y por ello la vida golpea. Golpea más fuerte que Rocky Marciano o que Alí.

El escenario vital no es más que un ring. Y en ese ring estamos viviendo todos. Unos golpean más fuerte que otros. A veces ganan, a veces pierden..., pero siempre golpean. Golpeamos todos en este infierno. Y nadie se salva de ello. Pero si de algo estoy segura es de que..., quien más aguanta no es quien más pega..., sí quien mejor resiste los golpes, porque será el único que vuelva a levantarse y avance.

Quizá adoro el boxeo porque, realmente, se trata de lo mismo que vivo. Pero con una diferencia..., siempre termina.




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Mittwoch, April 04, 2007

4 de Abril de 2987

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Hoy,

4 de Abril de 2987, miro hacia atrás y veo todo cuanto dejaste, todo cuanto dejé.
Es extraño..., nunca pensé que pudiera pasarme algo como esto. Nunca creí en ello. Me hubiera mofado de cualquier palabra que en aquel momento me hubiesen dicho sobre algo así.
Pero aquí me encuentro..., sin saber cómo he llegado. Aquí estoy..., sabiendo que soy yo..., pero sin serlo. Sabiendo que fuí yo..., alguna vez.
Puedo recordarlo todo. Y me siento rara, pero..., tranquila. Creo que ya nací sabiéndolo..., y sólo necesité un tiempo para ordenarlo todo. Tiempo que se cumplió hace unos días. Tiempo claro. Tiempo y yo... Yo..., en el tiempo.
Otra cara veo en los libros. Otro cuerpo. Pero..., yo estoy dentro. Como dentro ahora estoy de la imagen que cada día cubre mi espejo. Sigue siendo ella. Sigo siendo yo.
Libros..., y más libros. Libros con mi nombre. Libros con mi imagen. Al final resultó que lo hice bien..., ahora puedo verlo.
Leí que fue idea tuya..., esculpirme. Veo réplicas con mi rostro, con mis gestos..., en todas partes. Fotografías veo..., como si estampas fueran. Películas...
¿Qué me has hecho?
"Zapaterista" fuí, lo sé, lo recuerdo..., lo leo. Y por decir algo que no debía..., algo que no podía..., me atraparon. Me tumbaron. Me ataron. Me... "manipularon". Me destrozaron. Me mataron.
Y hoy vuelvo a encontrarme..., a mí, en otro cuerpo. A ella..., llenando edificios y paredes, libros y figuras. Cuellos.
¿Qué me has hecho?
No puedo entender. Me niego a entenderlo. No puedo mirarme..., no puedo mirarla.
Si fue tan bueno lo que conseguí, ¿por qué me llevan colgada en sus cuellos? ¿Por qué me lucen atada, tumbada, con los labios rotos y desangrada?
¿Por qué ahora me pasean por las calles?
Si fue tan bueno lo que conseguí..., si tanto hice..., si tanto dejé..., si tanto aprendieron..., ¿Por qué veneran mi imagen siendo mutilada?
No habéis aprendido nada... Yo hablaba de libertad..., y hoy me mostráis atada. En oro, en plata, en piedra o madera. Yo hablaba de libertad..., y me tenéis encarcelada.
Realmente..., no habéis conseguido nada. O quizá sí.
Sí..., habéis aprendido que muchas veces hablar..., actuar..., implica ser atrapada, atada, tumbada, con los labios rotos y desangrada.
Tanto hice..., tanto dejé..., tanto intenté... Y hoy sólo queda una imagen que da miedo ver. Miedo..., mi imagen. Miedo..., por lo que hice. Y quizá..., paseándome estos días podéis recordar el resto del año que..., quien habla..., quien hace..., quien pidió libertad murió sin ser libre. Y de esto..., lo que queda es..., que quizá entonces sea mejor callar..., algo que os recordáis los unos a los otros..., en vuestros cuellos.
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Hoy, 4 de Abril de 2007, me sigo preguntando, como cada año, qué significan estos días que estamos pasando. Qué significan estos ritos extraños, este fervor..., esta mentira.
Creencia en ése que llaman Dios, carezco de ella. Sólo sé que bajo su nombre se han llevado a cabo las mayores masacres de la historia. Pero cada cuál puede creer en lo que quiera.
Creo..., en esa persona que SÍ formó parte de la historia. Pero sólo en eso creo..., en una persona..., normal. Una persona que cada cuál se ocupó de idealizar..., a su manera.
Y es que..., cada cuál es libre de creer, de idealizar. Pero..., éstas, las maneras, estas formas de hacerlo los 365 días del año..., y en especial estos días..., me parecen ridículas, las detesto.
Sencillamente..., otro motivo más, para mí, por lo que este mundo es un putiferio. Y cada cuál..., que piense lo que quiera.
PD - ¡Viva María Magdalena!

Sonntag, April 01, 2007

Barbie

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Esto

va para usted, Frau Eva Herman.
Nos ha dejado atónitos con su gran obra. Su libro es..., por decirlo de alguna manera, una mierda.
Se dedica, muy estimada señora, a exponer un listado de principios dedicados a engrandecer (bajo su punto de vista) a la mujer. Principios, según usted, que debieran seguir todas las féminas que habitan la tierra.
Principios en los que usted afirma que, las mujeres, para ser felices deberían ocuparse sólo del hogar, sus hijos y su marido. Y también añade, literalmente, que debieran cerrar más la boca para evitar problemas.
Llama usted a sus principios, la nueva femineidad, alegando que desde hace décadas, las mujeres están violando las leyes que aseguran la supervivencia de la especie. Habla de salvar a la familia..., que ésta no se extinga. Definiéndolo como lo único moral y decente.
Y además, duda del carácter femenino de una mujer que no sigue tal esquema.
Bien, señora mía, permítame que le diga algo.
Escribe un libro y en él dicta principios, una señora (porque ya es usted mayorcita como para decir tantas gilipolleces) que, titulada en periodismo, lee desde hace años a diario las noticias en la televisión alemana. Disculpe mi atrevimiento..., pero a día de hoy me consta que tal cosa es un oficio, y además, bien remunerado.
Seguramente, ante estas palabras, me responderá diciendo, como ya ha dicho en otras ocasiones, que si volviera a nacer se casaría, dejaría que su marido trabajase y se ocuparía de sus hijos. Pues..., aún está a tiempo. Y no hay nada mejor que predicar con el ejemplo. Así que..., comience dando el primer paso y luego escriba la segunda parte de su libro.
Permítame ahora que me ría. Pero no me queda otro remedio que hacerlo, muy a mi pesar y al suyo. Y es que usted habla de "familia" constantemente, y de mujeres que violan tal concepto cuando son capaces de compaginar tal cosa con un trabajo. Sí..., permita que me ría. Y es que habla de violar la familia una persona que hoy vive con su cuarto marido..., pero un único hijo. Explíqueme dónde ve usted ahí todo lo que predica..., en especial todo ese alegato suyo sobre asegurar la supervivencia de la especie, tratando a las mujeres como si conejos fuéramos, y parir fuera nuestro único fin. Y lo dice usted..., con un solo hijo.
Y es que..., no es la más indicada para juzgar a nadie. Ya que, si por usted fuera..., en cuanto a natalidad se refiere, Alemania quebraría.
Nunca me he considerado feminista. Ahora bien..., su libro es totalmente machista, pregonando en él palabras que buscan trasladar a la mujer a un papel que ha costado tiempo dejar atrás. Y tal cosa..., es una vergüenza. Una vergüenza que me irrita, desde la cabeza hasta los pies.
Veo ahora su imagen en la televisión alemana y sus palabras me llevan a pensar que siempre he tenido razón. La Barbie es la única muñeca que lo tiene todo..., excepto cerebro.